Una nueva mansión (Priv.Sebastian)

No había llegado hace mucho y algunos de sus sirvientes le esperaban en la nueva mansión Phantomhive. Al bajar a de la limusina un chico se le acerco y rápidamente tomo su equipaje llevándolo dentro del la mansión mientras el solo caminaba a la puerta lentamente con su expresión seria a la ves que caprichosa.
Al entrar al lugar empezó a recorrerlo, a explorar cada una de las habitaciones, examinando cada detalle en cada habitación. Al terminar de recorrer todo solo se sentó frente a un escritorio y apoyo los codos en este haciendo que sus dedos llegaron justo a la comisura de sus labios cerrando los ojos y empezando a filosofar mentalmente analizando todas y cada uno de los detalles e incluso analizo a cada uno de sus sirvientes y aunque faltaba uno o aun no lo había visto se sentía algo mal, analizo su dependencia a esa persona y solo se sintió débil, un niño mas.

Se levanto de ahí y llamo a un sirviente con un simple "tu..." y pidió que le entregara una taza de té y al tenerla en mano dio un suave sorbo a la taza mientras miraba por la ventana.

Seguía mirando por la ventana, sin ver nada en especifico solo pensando y escuchando unos suaves pasos que se acercaban a la puerta de su despacho, y el abrirse y cerrare de esta y luego la voz de aquel fiel sirviente -llegas tarde Sebastian- dice tranquilamente mirándolo de reojo y luego analizando el jardín que podía observar bajo la ventana -esta bien...aunque las rosas... están descuidadas-dice y luego se da vuelta para mirar al mayordomo y acomodar la corbata de este empinándose un poco para luego sentarse frente al escritorio nuevamente y cruzar la pierna tal y como siempre solía hacer.

Toma la taza de té con delicadeza y da un sorbo ligero-te extrañe...-susurra casi inaudible mientras un leve sonrojo se posa en sus mejillas, el cual trata de disimular volteando el rostro y frunciendo el ceño-arregla el jardín-ordena mientras toma una galleta de la bandeja y le da un mordisco pequeño perdiendo su mirada inconscientemente en los ojos del mayor.

Lo mira detenidamente quitando su mano rápidamente de entra las del mayordomo antes que logre besarle-Apresúrate...el jardín debe estar listo antes de la cena...es una orden- dice firmemente frunciendo el ceño aun con ese leve rubor en sus mejillas. No se permitió volverse a perder en esos profundos y brillantes ojos del mayordomo, sentir algo por ese hombre era algo políticamente incorrecto.

Tomó la taza de té y dio un suave sorbo para luego dirigirse al mayor aun sin mirarlo -eres un desastre....¿qué pensaran de ti si te ven así? estas todo desarreglado...- reprocha la conducta irregular en el contrario para luego pararse y salir del despacho para recorrer nuevamente una vez mas la gran mansión nueva.

Paso por cada una de las habitaciones, aun no había decidido cual seria la suya, no quería la mas grande o elegante quería una mas segura, escondida donde lo que pase ahí se quede entre las paredes; pero estaba muy en claro que no se quedaría en cualquier habitación, debía estar también a si altura y si no lo estaba la modificaría porque el gran conde Ciel phantomhive necesitaba todas las comodidades y confiaba en que su mayordomo fiel no le fallaría en algo tan simple como eso.